34. SEGUNDA SEDE DE LA UNIVERSIDAD CENTRAL DE VENEZUELA

Alonso Osorio es Ramos Sucre

Fotografía : Nicolas Requena

- enero 24 de 2020

Un joven llamado José Antonio ha venido de su adorada Jerusalem-Cumaná. Decide al igual que su amigo y hermano Cruz María Salmerón Acosta   trasladarse a la ciudad de Caracas, para seguir estudiando en la UCV. Le interesan las leyes.

Dicen que por aquellos tiempos había una epidemia. La Universidad estuvo cerrada. Se encontraba ubicada allí en el mismo sitio del actual palacio de las academias. Se prepara de forma autodidacta para el examen de admisión y es aceptado en 1912 cuando finalmente ingresa a estudiar derecho. Su espíritu es lo que actualmente convoca a estudiantes, profesores y seguidores de su obra magnifica al paraninfo de la antigua universidad.

“En el segundo año de su carrera de leyes, clausurada la Universidad, comienza Ramos Sucre a estudiar danés, idioma que domina en sólo cuatro meses; estudia también inglés, francés, alemán e italiano y las asignaturas correspondientes a los diversos años de la carrera, y es así como, en 1916, al establecerse los estudios libres, rinde en sólo tres meses los exámenes correspondientes a los cuatro años de derecho, alcanzando en 1917 el título de Doctor de Ciencias Políticas. Ya graduado, continúa con el estudio del sueco y del holandés (estudiar para mí es un morbo, diría en una ocasión a la madre) y trabaja como traductor e intérprete en la Cancillería, en la cual permanece hasta finales de 1929 cuando viaja a Europa, como Cónsul en Ginebra, donde muere en 1930. Simultáneamente Ramos Sucre desempeña las cátedras de Historia y Geografía Universales, Historia y Geografía de Venezuela y de Latín y de Griego, cátedras que gana brillantemente por concurso (no hay jurado para él, comentan los opositores, muchos de los cuales se retiran al saberlo concursante). Sólo temporalmente ejerce la carrera de abogado cuando es nombrado juez accidental de primera instancia en lo civil. Jurisconsulto preclaro y literato de eximia erudición, más partidario de las normas morales que del concepto rígido del derecho, produce una sentencia memorable en el campo del Derecho Internacional Privado, al disolver el vínculo matrimonial de cónyuges extranjeros, apartándose de la clásica obediencia al estatuto personal: El juez suscrito, sentenciará, no puede acatar el estatuto personal extranjero cuando impone sobre la persona humana el yugo de una situación insostenible....

Tomado de:. Isabel Cecilia Ramos González, Biografía de José Antonio Ramos Sucre.  

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R.M.T.B.